Conversaciones breves X: Hay equipo
Ese día entré al consultorio como si me hubiera empujado un viento. Alejandra quiso saludarme y yo pasé casi corriendo por su lado, me senté en la silla, me giré apoyándome sobre el respaldo y, mientras ella venía caminando hacia mí por detrás, empecé a hablar a toda velocidad:
- Hola Gala, ¿cómo est...
- escuchame Alejandra, tenemos lo que dure esta sesión para armar un plan y que yo lo ejecute hoy mismo. Yo te digo lo que tengo pensado y vos me decís si es una locura. ¿Ok?
- no creo que el planear todo funcione, Gala. Ya hemos hablado que las cosas casi nunca salen como uno espera.
Hija de puta, pensé.
- sí sí, ya sé, planear menos, vivir más. Pero si lo armamos bien, creo que puede andar. Con mis ideas y tus conclusiones sobre mis ideas podemos sacar algo en limpio y liquido todo esto hoy. ¿Entendés? ¡Finishela! ¡Sanseacabó! ¡Kaput!
- mirá, Gala, sabés que no es tan sencillo como lo que venís a plantear hoy. Estas cosas llevan tiempo, no vas a poder enfriar este tema ya mismo.
- pero yo no quiero seguir dando vueltas con esto. Sé que si logro resolverlo esta tarde, mañana voy a estar aliviada y se va a ir para siempre esa molestia. ¡Por eso es que ideé un súper plan que no puede fallar!
- bueno, contame, pero no te encierres en la idea de que tu propuesta hoy termina todo.
- ¡Alejandra, no me tires esto abajo! ¡Yo pensé que éramos un equipo nosotros tres!
- ¿nosotros tres? ¿quiénes somos nosotros tres, Gala?
- ¡Vos, yo y Freud, claro!
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