La jirafa de la bolsa
- ¡Facundo, vení a darle un beso a la nona! Facundo se hace el boludo y corre alrededor del salón con una cuchara en la mano que acaba de sacar de otra mesa. Es un avión cuando lo hace volar entre los tablones de madera y es un tren cuando está apoyado sobre los manteles color manteca. El pequeño rubio no llega ni al metro de altura y lo disfrazaron de persona grande: tiene una camisa a cuadritos y un pulovercito escote en V con un pantalón de corderoy que ya está sucio en las rodillas. - ¡Facundo! ¡te dije que vengas a darle un beso a la abuela Lili! Facundo deja de hacer pantomima y se acerca a darle un beso al aire a la abuelita cumpleañera que le sonríe agradecida. Intenta abrazarlo y el pequeño se le escapa entre los brazos para seguir corriendo por el restaurant con la cuchara multifacética. Lo peor que le puede pasar a un niño es asistir a una reunión llena de envoltorios de regalos, moños, cajas, paquetes y bolsas y que ninguna sea para él. Lo que puede llegar a ser aú